Negros acuerdos

La llegada a Terrast fue larga. Mi lobo, fuerte en batalla, ya estaba harto de viajar. Desmonté y me dirigí al edificio central de la ciudad. Allí dos guardias se arrdillaron antes de que llegase incluso.
Donde estan los soldados de esta ciudad guardia.- El guardia me indicó un lugar de la ciudad donde se encontraban los principales soldados del pueblo.

Todos los grandes guerreros se arrodillaron ante su rey. Pero un individuo, permanecia depie, inponente. Jajaja. Me abalancé sobre el con rabia en los ojos. Le agarré del cuello.

Tu no te arrodillas escoria? Responde ante tu rey, o muere.

Desapareció de entre mis manos esa escoria. Y oí un zumbido detrás de mi. Instintibamente saqué mi espada de su vaina a una velocidad extrema y me giré lanzandolo directo a él.

Aprenderás a respetar a tu señor.

Giré la hoja poniendo el filo hacia arriba.

Jejeje, eres fuerte joven, pero eres lo suficiente? Ya lo provaremos, cual es tu ofrenda humano??

Necesito asegurar tu fidelidad, para ello, junto con este monton de orcos asaltaremos un pueblo humano y lo masacraaremos, si lo haces, conocere tu fidelidad y formaras parte de mi guardia. Que me dices Humano??.- Dije apretandola la mandibula

Te parece divertido escoria, bien bien, eso es bueno, la vida y la muerte es un chiste. Preparate, marchamos.- Guardé mi espada.- Escoria, marchamos a matar.- Me monte en mi lobo y esperé las tropas.